¿Hasta dónde puede llegar un acto de perdón? Ser testigos de la fe implica una adhesión al Evangelio imitando en nuestras circunstancias los pasos de Cristo incluso participando de su pasión a través de la propia vida, Así lo han hecho muchos cristianos, como decía el Papa Benedicto XVI, no se comienza a ser cristiano por una decisión ética o por una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una persona que da un nuevo horizonte a la vida y con ello también una orientación decisiva, fruto de ese encuentro surge la evangelización con esa esa fuerza intrínseca, de quién quiere compartir un gran tesoro, el de la Fe. hoy toda la Iglesia está llamada a esa tarea en un momento donde el testimonio se sitúa como el único medio creíble de evangelización.
Hoy en acción de Iglesia Madre María Seiquer supo llevar su fe y su entrega a Dios a lo más alto asumiendo un sufrimiento personal y familiar como un modo de decir si a una vocación que hoy es visible en una congregación se acaba de cumplir 80 años y está extendida por diferentes continentes.
Se han cumplido ochenta años de vida de una Congregación que nace en Murcia y tiene su casa Madre en Villa Pilar, Hermanas Apostólicas de Cristo Crucificado. Conozcamos la historia, nuestra historia, de este este testimonio de fe.